En mi último artículo, exploré por qué los programas de televisión no se filman como las películas. Descubrí que se debe principalmente a diferencias en presupuesto, tiempo y propósito. Mientras que las películas pueden gastar millones en una sola escena, los programas de televisión tienen que ser más eficientes con su presupuesto. Además, las películas se toman meses, incluso años para filmar, mientras que los programas de televisión tienen plazos más ajustados. Por último, la televisión tiende a ser más episódica, centrándose en tramas a largo plazo y desarrollo de personajes, en contraposición a la estructura de una sola historia de las películas.