Lucas Blondel: Boca le cierra la puerta a Corinthians pese al deseo de salida

Lucas Blondel: Boca le cierra la puerta a Corinthians pese al deseo de salida
Lucas Blondel: Boca le cierra la puerta a Corinthians pese al deseo de salida

El portazo de Boca y el deseo del jugador

Boca no se mueve: rechazó de manera tajante el primer intento de Corinthians por el lateral derecho Lucas Blondel, que a sus 28 años expresó su intención de cambiar de aire. El club paulista puso sobre la mesa un préstamo, pero en Brandsen 805 respondieron con un no rotundo. La posición xeneize es clara: tiene contrato vigente hasta diciembre de 2027 y no abrirá la puerta por una cesión.

El defensor suizo-argentino, que llegó a Boca en julio de 2023 desde Tigre, encadenó una presencia sostenida en el once inicial: arrancó como titular en el 74% de sus partidos, con una participación que combinó despliegue, recorrido y aportes en la salida. Su valor de mercado ronda los 1,4 millones de euros, un número que Boca entiende como piso para discutir una operación que, por ahora, ni siquiera considera.

En paralelo, el jugador atraviesa un momento personal que lo empuja a mirar afuera. En marzo de 2025 debutó con la selección de Suiza ante Irlanda del Norte, un salto que lo expone a nuevas ventanas deportivas y económicas. En ese contexto, Corinthians apareció con una propuesta rápida y de bajo riesgo para ellos —un préstamo— que Boca desestimó sin matices.

La tensión, entonces, nace de un choque de intereses. Blondel busca una oportunidad en Brasil, un campeonato con calendario cargado, buena visibilidad y salarios fuertes. Boca, con contrato largo mediante, no quiere desprenderse de un activo formado en casa en estos dos años, útil tanto como titular como recambio confiable para sostener la competencia local e internacional.

Por qué Boca dice no y qué puede pasar

En el club lo resumen en tres puntos. Primero, la planificación deportiva: el lateral derecho es una zona sensible, y cederlo sin obligación de compra debilita una estructura armada a largo plazo. Segundo, la ecuación económica: un préstamo simple no compensa la inversión ya realizada ni la pérdida de valor de un jugador con contrato extendido. Tercero, el mensaje hacia el vestuario y el mercado: a los futbolistas con compromisos largos no se los libera a cualquier costo.

Detrás de esa postura hay contexto. El fútbol argentino compite con el poder de fuego del mercado brasileño, que paga en moneda dura y suele tentar con contratos al alza. Para Boca, aceptar una cesión significaría asumir el riesgo de que el jugador se revalorice en Brasil sin un mecanismo que garantice retorno. Por eso, si Corinthians quiere avanzar, debería transformar la propuesta en una compra definitiva o, al menos, en un préstamo con obligación de compra y cifras claras.

Desde el lado deportivo, el mapa es igual de nítido. Blondel encaja como lateral de recorrido, capaz de trepar por la banda, cerrar por dentro y ofrecer salida limpia. En la Bombonera lo valoran por su lectura sin pelota y su constancia, más allá de los altibajos propios del ritmo competitivo. Esa versatilidad lo volvió una pieza útil bajo distintos cuerpos técnicos y en esquemas que alternaron línea de cuatro y ajustes coyunturales.

El deseo del jugador no es un detalle menor. En el entorno de Blondel repiten que busca continuidad total y un escenario que lo mantenga en consideración de su selección. Brasil, con Corinthians como vidriera, aparece como atajo. Pero Boca remarca su derecho contractual y ofrece una salida ordenada: negociar sí, pero no a préstamo y no a cualquier precio.

En el lado paulista, la lógica es otra. Corinthians pretende reforzar el carril derecho con una alternativa inmediata, sin comprometer caja de entrada. La fórmula del préstamo encaja con esa necesidad: probar, evaluar y, recién después, comprar. El problema es que ese molde choca con la hoja de ruta de Boca y estira la cuerda de la negociación.

Con el telón de fondo del calendario sudamericano y las ventanas de pases asimétricas, el tiempo también juega. Cada semana que pasa sin acuerdo le resta margen a Corinthians para rearmar su oferta y, a la vez, obliga a Boca a sostener la gestión interna con el futbolista, que ya manifestó su postura. La dirigencia xeneize quiere evitar que la situación filtre ruido al vestuario, un clásico riesgo en este tipo de casos.

Escenarios posibles a corto plazo:

  • Que Corinthians vuelva con una propuesta mejorada: compra directa o préstamo con obligación de compra por una cifra acorde al contrato y al rol del jugador.
  • Que aparezca otro interesado y abra una puja, lo que suele ordenar precios y condiciones en el mercado regional.
  • Que Boca y el futbolista acuerden una continuidad con revisión de objetivos deportivos y variables contractuales, a la espera de una oferta que cumpla los requisitos del club.

Hay otro ángulo: la competencia interna. Boca necesita profundidad en el lateral derecho por calendario, rotación y eventuales convocatorias de selecciones. Ceder a un jugador que ha sido titular frecuente sin una salida definitiva dejaría al cuerpo técnico con menos herramientas. Esa lectura, más terrenal que discursiva, explica buena parte del portazo inicial.

En números, el trazo fino pesa. La amortización del pase, los salarios y el valor de reposición de un lateral titular en el mercado actual empujan a Boca a sostener su postura. En la vereda de enfrente, Corinthians buscará maximizar su margen de maniobra: estirar la negociación, apelar a la voluntad del jugador y explorar fórmulas mixtas que repartan riesgos.

El caso Blondel vuelve a exponer una tensión ya conocida en Sudamérica: cómo retener y valorizar jugadores en medio de mercados desiguales. Por ahora, Boca juega con la fortaleza del contrato y la necesidad deportiva. Corinthians, con la insistencia y el tamaño de su vidriera. Y el futbolista, con una decisión tomada que aguarda un marco de salida que todavía no aparece.

Escribir un comentario